Mientras desesperaba por la lentitud de la asistencia sanitaria en el hospital de Vall d´Hebron de Barcelona – otra consecuencia más de las retallades- y paseaba por la zona de Urgencias vi una larga hilera de bichos atravesando el parking.
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Jubilados y personal sanitario que aprovechaban el escaso sol de esta mañana me observaban extrañados cuando fotografíe esta larga hilera de orugas de procesionaria del pino (fase larvaria de la mariposa nocturna Thaumetopoea pityocampa, lepidóptero de la familia Notodontidae) cuyos nidos colgaban de los ejemplares de pinos de los parterres del hospital
Y me quede a observar su proeza. Y tuve un rato de estudio etológico del bicho en su larga travesía del asfalto..
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Pensé: “éstas no llegan a la otra orilla.”
Al principio, los que me observaron respetaban la hilera y no las pisaban...¡¡ hasta un extrañado conductor de ambulancia frenó ante la hilera de orugas.¡¡
Pero aquello no podía durar...
Al rato un despistado aplastó a las cuatro primeras de la fila…¡¡ y se produjo el atasco¡¡
Todas las orugas se paraban y se cambaletiaba la hilera.
“¿Qué ha pasado ahí delante? ¿Por qué no avanzamos? Que alguien asuma el mando...” parecían gritar las de atrás.
Pero el – o la- que iba delante no acertaba a tomar la grave decisión...
El o ella eran un simple seguidor, en todo caso un colaborador necesario, no tenían capacidad de liderazgo, no estaban preparados para aquello..
¿Cómo iban a asumir el mando si no sabían adonde ir?
Pero al final la presión de las de detrás obligó a la primera a reaccionar y siguio adelante hacia la tan ansiada orilla del parking...
Pensé que aquí había tema para una teoría del liderazgo.
Todos creemos que saben a donde nos llevan... y a lo mejor tan solo son líderes circunstanciales.
Y así nos va...
Pdt: No deja de ser alarmante que con las consecuencias para la salud que tienen los pelos y espículas de estas orugas, campen a sus anchas en un entorno hospitalario. ¡¡Como para agravar tu enfermedad con unas reacciones alérgicas de complemento.¡
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3 comentarios:
Hay que tener mucho cuidado, porque incluso agarrar una rama por donde ellas han pasado antes, nos puede provocar una seria reacción. En parques urbanos se debería ser especialmente cuidadoso y eliminar las ramas afectadas durante los días fríos, cuando están dentro del nido.
Saludos
Bonita entrada Carlos...eso es lo que algunos llaman inteligencia colectiva o social, aunque a veces sea más inercia que otra cosa. Saludos y que la procesionaria te haya ayudado a llegar a buen puerto.
Conocí al individuo peludo ese en Chinchilla, Albacete, tuve ocasión de ver sus efectos en la piel, por suerte no en mí.
Sobre los líderes que decir, todos detrás de la Merkel, ¡como se equivoque! en el paseo por el aparcamiento (la crisis), ni te cuento la escabechina de borregos.
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