¡¡ Usted perdone….
¡¡ pero no es una abeja ni una avispa¡¡
¡¡…eso es una mosca¡¡
No me sorprendió la rotundidad de mi compañero Antonio, zoólogo, afirmándole a la camarera asustada de la Cafetería que aquel bicho que a primera vista parecía abeja o avispa y que revoloteaba a nuestro alrededor, grande y vistoso, no era peligroso aunque lo pareciera.
Y estaba en lo cierto.
Era “la abeja de Sansón”, aquellas que según la leyenda hicieron un panal en el león que él había matado hacia unos días y de la que encontraran sabrosa bibliografía en este blog.
No conocía a este díptero braquicedo cuyas larvas no parecen ser muy recomendables por ser transmisoras de enfermedades .
De la leyenda y su historia hay aquí una interesante reseña-
Por eso, aquel café que tomamos aquella mañana tuvo como añadido a su buen sabor, un aliciente literario que ahora les cuento y espero que disfruten ..¡¡con un buen cafecito¡¡.