Primero fue mi regocijo al observar que este palmeral que se regenera en lo alto de la cuenca de Veneguera no tenia en su mayor parte mas de 25 años.
Pueden comprobarlo si chequean la fototeca de algunos de los servidores de fotos de la zona.
(Fuente: IDECANARIAS)
La ornitocoria producía su acción y desde algunas de las palmitas que escaparon a la tala y a los incendios las aves transportaban semillas de palmeras para los barranquillos de la cuenca y allí se iba recolocando de nuevo el quizás viejo y extenso palmar.
Lo primero que pensé es que hay que tratar de preservar estos palmares del Suroeste de la hecatombe que baja por esas autovías hacia el sur,
esaimagen de palmeras muertas y secas, trasladando hacia territorios vírgenes, las plagas y enfermedades urbanas.
¡¡Reservas de carreteras sin ajardinamiento: Roads Reserves.
Esa es una opción. Recuperé el ya viejo discurso del Dr. Pedro Luís Pérez de Paz en su charla en el II Simposio de Carreteras y Medio Ambiente en 1992 donde planteó que a veces es mejor dejar a la naturaleza recolonizar taludes y arcenes, antes de incorporar otro tipo de jardinería agresora y vector de infección de paisajes a preservar, discurso y tesis que hoy en día se hace cada vez más urgente.
Pero ¡oh sorpresa¡ en medio de esta regeneración natural surgió un frondoso ejemplar de falso pimentero que, utilizando la misma vía, se ha conseguido instalar y fructificar en el mismo barranco.
Siempre lo asocié a entornos periurbanos y antropizados, como lo hace
su propia ficha del Banco de Datos sobre Especies Exóticas de Canarias.
Pero ya no.