Igual que le sucedió a Jiménez
Sánchez me sorprende su canto en uno de mis paseos por esa zona de Vegueta que
aún guarda algo de vegetación arbórea, al final de la calle Juan de Quesada.
Los que en estos días quieran darse una vuelta
disfrutaran del canto del capirote, tan raro ya de escuchar hasta en nuestros
campos.
Protegido por el Catálogo de
Especies de Canarias, ya no se volverán a ver aquellas jaulas como las que se
acumulan en esta azotea que sirvieron antaño para criar y escuchar al sonoro capirote.
O las que se vendían en ese
puesto del Mercado de Las Palmas, retratado allá por los años 50 para un
artículo del National Geographic sobre las Islas Canarias.
Ya hoy los capirotes no están en
jaulas. Casi no quedan en libertad.
El abuso de pesticidas en esas medianías está acabando con ellos.
Por eso me regocija escucharlos
aún imponiéndose sobre el tronar de los
coches en la autovía del Centro a su paso por el tapado cauce del Guiniguada.
Y qué bien refleja esa agradable
sensación este artículo de Sebastián Jiménez Sánchez.
La ciudad sorprende aún por su
vida ornitológica.
Y a veces, ves una alpispa criando en la plaza de San Bernardo,
entre coches y motos, guardias y transeúntes sorprendidos.. -pero ¿no estaban siempre al lado de las
acequias?...
O escuchas el canto estridente de
un mosquitero a las puertas de la Consejería
de Medio Ambiente, como señal de que ni catálogos mal elaborados ni
armonizaciones urbanísticas y simplificaciones de leyes –textos refundidos-decretos , etc. acabarán
jamás con ellos.
Pdt:
Tengo un fichero del audio en formato 3ga de Samsung Galaxy Ace ¿alguien sabe como subirlo a Blogger?
Pdt:
Tengo un fichero del audio en formato 3ga de Samsung Galaxy Ace ¿alguien sabe como subirlo a Blogger?
1 comentario:
Saludo Carlos.
Que casualidad, hace unos días me quedé desconsolado por no tener la cámara a mano. Sobre un arbusto de la cuneta, me dio un verdadero concierto ese bien llamado ruiseñor canario.
Cierto, cada vez quedan menos, por suerte ya no se les enjaula.
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